Migrantes, fronteras y fascismos. El control de los desplazamientos por parte del régimen franquista, 1939-1965
Palabras clave:
franquismo, migrantes, políticas de control de la poblaciónResumen
El Nuevo Estado franquista tenía dos prioridades que se encontraban íntimamente entrelazadas: completar la represión de los vencidos y terminar la construcción de su estructura de gobierno territorial. Lo segundo era claramente urgente, en términos de consolidación política, y no podía producirse sin lo primero: aislar y, en su caso, eliminar a la oposición y depurar el conjunto de la administración pública y de la sociedad civil. Desde el primer momento el régimen tuvo un interés especial en restringir los movimientos de población — salvo las repatriaciones — para facilitar la labor represiva. Todo el mundo debía ser investigado y, si era preciso, juzgado allí donde era conocido y, por lo tanto, no podía concedérsele el privilegio del anonimato que podía obtenerse con un cambio de residencia. Esta política restrictiva de los movimientos de población (exteriores e interiores), pronto dispuso también de motivaciones militares por el estallido de la Segunda Guerra Mundial y formación de maquis, y culminó con detenciones y deportaciones de migrantes hacia sus puntos de orígen, e incluso con el establecimiento de un campo de concentración para ilegales en Barcelona. Además el régimen implementó una política de identificación personal que le condujo a la implantación de un nuevo Documento Nacional de Identidad (DNI), cuyo formato se inspiró en las fichas policiales para delincuentes — incluidas las huellas dactilares — obligatorio para toda la población adulta.
Recibido: 02-12-2014Descargas
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Derechos de autor 2015 Istituto di studi storici Gaetano Salvemini, Torino
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